Esto tiene su coña, pero indirectamente. La moraleja es interesante.
FYI, Kieron Dwyer es el hijastro (creo que es hijo adoptivo) de John Byrne, y por ello, también siguió una carrera de ilustrador. Recuerdo los números del Capitán América y de los Vengadores antes del 93 que dibujó, especialmente la de la saga de los Actos de Venganza y me di cuenta que no por ser parentela se te pegue el talento. Bueno, el colega, en Noviembre del 2000 fue demandado por nuestra alma mater Starbuck's por plagio y burla ofensiva de su logo... (Si supiera Howard Schultz de Starlight Coffee, la versión chilensis pre-Starbuck's me imagino que se cabrearía más aún).
La historia empezó cuando fue cuando Dwyer, en su título Lowest Common Denominator #0, parodió a la sirena de Starbuck's de forma satírica, aunque no alejada de la famosa primera enmienda norteamericana. Los abogados de la firma de servicios estudió el caso y fue el dibujante demandado.
El caso, (Starbucks v. Dwyer, C00 1499), intentó llegar a la corte y es cuando ahí saltó la institución de mayor prestigio dentro del comic norteamericano, la Comic Book Legal Defense Fund, la que asesoró a Dwyer a acordar un entendimiento de las partes fuera de tribunales. Dwyer no más podría hacer uso por malinterpretación del logo y menos hacer material POP y Merch de si mismo en base a una parodia tan similiar a una marca.
Es la organización que vela por los derechos, de forma probono de aquellas situaciones que según los casos, creen que violan la Primera Enmienda de libertad de expresión relacionada con la industria del comic. Busca proteger a artistas, editores y libreros ofreciéndoles asesoría legal y cobertura de costos de abogados.
Esta organización, fundada en 1986, la que cuenta con nombres y grandes defensores en el directorio como Peter David, Neil Gaiman y Chris Staros, y apoyada por nombres como Frank Miller o Jeff Smith, partió de forma accidental, cuando Michael Correa, dueño de la tienda Friendly Frank's fue detenido por distribucion pornográfica ya que en sus estanterías vendía títulos como Omaha the Cat Dancer, The Bodyssey, Weirdo, y Bizarre Sex. Kitchen Sink Press la editorial a cargo de esos títulos, decidió lanzar al mercado un portfolio para buscar apoyo económico para costear los gastos legales del caso y eso generó un revuelo mediático interno. Tras este caso, se creó la CBLDF. Aunque estuvo preso, con la gestión de la previa de la CBLDF, el caso de Michael Correa pudo ser retirado.
Interesante situación en la que editores, artistas y libreros se ponen de acuerdo para velar, de cierta forma (no es algo arbitrario, cada caso es votado por la directiva) por los derechos de difusión, creación y aceptación del comic... Creo que sería buena forma adoptar aquí.
slds
CDC
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